Al mismo tiempo que buscas tu ciudad natal de lágrimas,
pronto descubrirás por qué caen por tus mejillas.
Cuando hagas tu salida, estaré ahí para verte ir,
desearía poder estar contigo,
pero tienes que hacer esto sola.
Aunque no lleves nada contigo,
mantener algo podría resultar muy pesado.
Pero, a pesar de todo ello,
aquellas palabras aún tienen eco.
Tras todo este tiempo, puedes seguir escuchándolas.
"He venido, he venido, he venido aquí para verte
desde el interior de tu corazón,
hacia el mundo exterior,
he venido porque quiero conocerte".
Ellas parecieron desaparecer,
pero tus lágrimas de amor siguen aquí.
Si trazas tu camino de vuelta,
esto seguro de que tú también lo verás.
A pesar de que, delante, el cielo es oscuro y gris,
es el mismo cielo al que ambos miramos,
así que nunca estás sola.
Al mismo tiempo que corrías, la distancia se hizo mayor.
Nunca fue tu culpa, está bien.
Tu destino es un lugar que ya conoces,
no te tomes el pelo, siempre lo has conocido.
"He venido, he venido, he venido antes de que te vayas
desde tu ciudad natal de lágrimas,
hacia los mundos distantes,
he venido porque quiero que me conozcas".
¿Recuerdas cuando llegaste por primera vez?
Parece haber más de lo que había en ese entonces.
Este es el lugar donde tus lágrimas habían caído.
Nuevas gotas han caído, curando heridas en donde caen.
Todo es para este, para este preciso momento,
todo fue causa de este viaje.
"He venido, he venido, he venido antes de que te vayas
desde el interior de tu inquebrantable corazón,
hacia todos los mundos distantes.
He venido porque quiero que veas".
"He venido, he venido, he venido aquí para verte
desde tu ciudad natal de lágrimas,
hacia los secos y distantes mundos.
He venido porque quiero que me conozcas.
He venido porque quiero conocerte".
Sonríe, siempre estaré aquí esperando,
pero jamás olvides
que siempre tendrás un lugar al que volver..