Canción a la Universidad


Como hornos para que ardan entrañables,
esos años inflamables,
la llamaron Universidad.
Retosan y casi en estado puro
los incendios del futuro,
juegan a enterrarse a fondo
hasta la última verdad.
Porque lidian sus ensayos
con la fetidez de un baño,
y el teorema, de algun genio universal,
mientras, carnaval de buenas notas
con la música que afloja, las literas,
con dos cuerpos al volar.
Al Alma Mater se le debe una deidad,
como la virgen de la caridad,
llevó el soldado, que en la guerra
le puso al cuello, su mamá.
y el Alma Mater , entre idilio y escacez,
salvando de la estupidez
a sus muchacho y muchachas,
donde quieran que estén ,
y donde vayan a dar.
Vienen, como en viaje de regreso,
con la fuerza del progreso,
y la llamamos Universidad,
Busca por la ciénaga y la sierra,
por las calles aún de tierra,
la elegancia de aquel Mella
que también podía luchar,
sabía morir, quería amar.
Huellas que provocan la porfía
que otro gallo cantaría
si "Manzana" Echevarría,
para el pulso de Batista.
Y aprendiendo las aristas de la historia y la fortuna,
para saltar de la cuna,
y ver con l apropia vista.
Al Alma Mater se le debe una deidad,
como la virgen de la caridad,
llevó el soldado, que en la guerra
le puso al cuello, su mamá.
y el alma mater desbordandose en su tez,
paciencia con inmediatez,
frente a buenas y malas rachas.
Al Alma Mater se le debe una deidad,
(oye te dejo mi canto)
como la virgen de la caridad,
(mitad de negro y de blanco)
llevó el soldado, que en la guerra
le puso al cuello, su mamá.
y el Alma Mater , entre idilio y escacez,
salvando de la estupidez
a sus muchacho y muchachas,
donde quieran que estén..