Que triste es.
Que nos traten como a piezas de ajedrez.
Sin poder mover,
a tu antojo un pie,
fuera de su ley.
Que falsedad,
si en el fondo nuestra vida les da igual.
Todas sus preocupaciones son ganar las elecciones,
luego con las comisiones a engordar.
Y seguiremos luchando, peleando.
Con la voz del viento,
gritando nuestro lamento.
Ya lo ves, que triste es,
si al final del cuento el que se jode es el pueblo.
No a la represión fascista!
Faltan hospitales para tanto enfermo.
Hunden las barracas hasta el cementerio
, si, que al turismo hay que engordar.
En mi tierra cambian huertos por veleros.
Es la identidad de un pueblo por dinero.
Y dispuestos a arruinar al barrio del Cabañal,
que es el barrio marinero.
Y desde el bar,
todos hemos de aguantar,
tanto fraude en la ciudad.
Pero llegan elecciones,
y el sofá nos mola más.
Que es muy fácil criticar, protestar y maldecir.
Pero nadie mueve un dedo, cuando pueden decidir.
Mientras ellos viven bien,
colocaos en el poder,
paseándose en barquito y durmiendo en un hotel.
Transformando la ciudad, de la luz y del color,
las flores ya las cortaron para echar el hormigón.
Y no puedo creer que todavía haya gente
Que siga pensado que esto va pa alante.
Joder que no os dais cuenta?
Ciudad de las ciencias, ciudad de las artes...
Pero cuando coño las van a acabar?
Y la albufera que?
A ver cuando la limpiareis joder!
No tenéis vergüenza ni la conoceréis!
Dejad la huerta en paz!.