El dueño de los muñecos


A A4 A A4 E A E A D A A4 A A4 E A E A D A A4 A A4 Surge la gloria de algún idiota E A E A D latentes bocas crearon su honor A A4 A A4 falsificando sus aventuras E A E A D buena persona su condición. Rey de la nada y lo confuso entre sus regalos halló poder y se sintió tan alto de golpe que desde arriba quiso mover A E todos los hilos de los muñecos G D que olvidados, estaban quietos A E sin pensar nunca que alguien les diera G D A vida prestada, aunque atada. A A4 A A4 E A E A D A A4 A A4 E A E A D A A4 Después de un tiempo, A A4 E A E A D las marionetas se dieron cuenta de que vivir A E G D significaba algo más amplio que ser movidas desde lo alto A E haciendo siempre lo que otros ordenan G D mirando la llovizna caer. A E Ya preferían quedar tiradas G D a caminar siempre atadas A E y fue entonces por última vez G D que el idiota quiso ser rey A E de la nada y lo confuso. G Sin marionetas, D A se acabó el poder. A A4 A A4 E A E A D A A4 A A4 E A E A D