América no estaba sola
estaba el hombre inca
estaba el hombre maya, el azteca
laborando la esperanza
en el canto del mañana.
Y Chile no estaba solo
estaba el araucano
estaba el Lican Antai, el huilliche
laborando la esperanza
en el canto de la mañana.
Aquí va tu tiempo el nuestro
Entrando cual vendabal
y vienen las sangres muy juntas
el grito se hace cantar.
Mientras más largo el camino
más lento se hace el andar
no esperemos la esperanza
que no sabe caminar.
¡ Unamos todas las manos!
¡ Juntemos toda la sangre!
para llegar al final.
Aquí va tu tiempo el nuestro
Entrando cual vendabal
y vienen las sangres muy juntas
el grito se hace cantar.
Mientras más largo el camino
más lento se hace el andar
no esperemos la esperanza
que no sabe caminar.
¡ Unamos todas las manos!
¡ Juntemos toda la sangre!
para llegar al final.
para llegar al final.....