Hay hombres que se atreven,
hombres que se quejan y
está el dueño de la pelota de hoy.
Ese que maneja los riesgos de mi tierra,
mis vueltos y mi producción.
Hay víboras que curan, hay frases que te matan
y está la telaraña de lo que quedó.
Pero en la punta del árbol más alto haremos nidos...
Y buscaremos otro viento mejor,
uno que nos devuelva la voz.
Y habrá estrellas como huellas del destino.
Del camino de los que siempre gritaron y nadie escuchó.
De los que siempre buscaron un viento mejor.
Hay villas de emergencia,
emergencias en mi gente
y no hay ni un solo cargo que venga a hablar hoy.
Y así en la punta del árbol...
Y no habrá que pagar después,
las deudas de no sé quién.
Locura de pensar, a un árbol gigante como mi lugar.
Más loco voy a andar,
si cambio ilusiones por la cuenta del bienestar. .