Nadie es profeta en su tierra


LA RE LA A Nazaret, Jesús vino, donde El se había criado fa#m RE MI7 y entró como de costumbre en la Asamblea del sábado. LA RE LA Se levantó a leer un libro de profecías, fa#m RE MI7 desenrollando los textos, habló sobre Isaías: fa#m “El Espíritu de Dios sobre mí se ha posado RE MI7 desde el principio me ungió y a anunciar me ha enviado fa#m la Buena Nueva a los pobres, la libertad al cautivo, RE MI7 dar la vista a los ciegos, y desterrar el castigo, LA fa#m do#m proclamar a viva voz, la amnistía del Dios vivo”, MI7 LA MI7 LA y dando fín la lectura la devolvió al ministro. LA RE LA “Esto que acabáis de oír, en mí hoy se ha cumplido”, fa#m RE MI7 y muchos se admiraban, por lo visto y por lo oído. fa#m Mas los demás decían: ¡Es el hijo de José! RE MI7 y el enviado de Dios, no tardó en responder: fa#m “De seguro me diréis:¡Médico, cúrate! RE MI7 las obras de Cafarnaún hazlas aquí también. LA fa#m do#m Mas en verdad os digo que aquí las puertas me cierran MI7 LA MI7 LA no he sido bien recibido, nadie es profeta en su tierra.