En un cuarenta y uno plano con mi comienzo en la puerta
éramos goin al país para para lo que vinimos.
Estoy seguro que usted ha olido los árboles en el aire.
El mejor de los cruisin del motor justos
la alegría a conseguir allí.
Era approachin Simonton abajo al lado de la ginebra de algodón.
Había viejo hombre Berkman que intentaba señalarme por medio de
una bandera adentro.
Él preguntó si permanecería un rato
y si necesité el gas.
Dije, “ningunas gracias, de todos modos yo no conduzco demasiado
rápido.”
Hallelujah, hallelujah,
monte mi Chevrolet.
Hallelujah, hallelujah,
monte mi Chevrolet.
Llevé el camino abajo Cinco
a través de esa tierra roja del río de Brazos,
golpe hecho esa autopista sin peaje en la puesta del sol.
Las luces grandes de la ciudad son actuales ahora.
Hallelujah, hallelujah,
monte mi Chevrolet.
Hallelujah, hallelujah,
monte mi Chevrolet.