Ya no me destruyas con tus mitomanías
no rasques mis alas que me duelen
pastillas gigantes recamaras secretas
con luces obscenas sáquenme de aquí
y es triste aceptarlo pero no vale llorarlo
uno siempre recibe lo que vine dando
ya no afiles las navajas
que ya no me haces daño cuando me las clavas
ya no afiles los colmillos que ya no me hacen daño
cuando me desangras ya no me destruyas más
ya no me destruyas mejor desaparece
no rasques mis alas que me duelen
no me destruyas más