Que Mente


Quiero escribirte una hermosa poesía princesa;
quiero verte descalza y extrañamente enamorarme mil veces.
Pero lamentablemente, pero lamentablemente,
pero lamentablemente, tengo una idea muy obscena.
Quiero verte tomada infantilmente de mi mano,
avanzando danzarinamente por entre los columpios de un parque.
Quiero verte con tus holgadas faldas meneadas por el viento,
y un mechón de pelo en tu boca.
Pero lamentablemente, pero lamentablemente,
pero lamentablemente, tengo una idea muy obscena.
Quiero desayunar contigo una mañana, vida
y contemporadicamente, besarte tiernamente.
Que me sonrías y suavemente
sin querer bailes espontáneamente.
Pero lamentablemente, pero lamentablemente,
pero lamentablemente, tengo una idea muy obscena.