Enciéndeme


Enciéndeme, hasta que me consuma
Y puedas ver bajo mi piel la sangre hervir como un café
Prepárame, un bonito funeral, lleva flores
Y dile al predicador que no se extienda más de lo habitual

Y acércate, hasta el viejo cementerio, pídele al enterrador
Que deje en la fosa común las cenizas de mi cuerpo
Tendrás que recibir a amigos y a familiares
Vestir de luto y soportar algún extraño que diga “descanse en paz”…

Y algunos dirán, que fue un ataque de locura
O que el maldito viento sur fue el ladrón que se llevo mi
habitual serenidad
Regresare, cuando todo haya acabado y a solas en tu habitación
Brindaremos con champán nos reiremos de mi representación
de mi vida hacia adelante

Enciéndeme, hasta que me consuma
Enciéndeme, hasta que me consuma