Al principio, junto a Dios,
existía la Palabra,
era vida en plenitud,
hizo el mundo de la nada,
y, mostrándonos su amor,
se vistió de carne humana.
Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra, paz a los hombres.
La Palabra descendió
al llegar la media noche,
y la noche vio la Luz
contemplando un Dios tan pobre.
Se oyen ángeles cantar,
a Belén van los pastores.
OH, Belén, "Hogar de pan",
no eres tú la más pequeña,
pues el Niño del portal
es el Rey de cielo y tierra.
Nuestra hambre saciará
este Pan de vida eterna.