Nació y creció pura sangre, igual que su madre yegua,
Como homenaje a su padre, le pusieron siete leguas,
Tenía lo noble por dentro, y lo nervioso por fuera
Su dueño en una jugada, tenía que pagar la apuesta,
Antes de que le echaran bala, lo entrego como respuesta,
Aquí les doy mi potrillo, que es todo lo que me resta
Se lo llevaron al valle, y empezaron a correrlo,
Siempre ganaba de calle, como daba gusto verlo,
Sus amos muy ambiciosos, como ganaron dinero
Más siendo el mundo tan chico, un golpe jugo la vida
Quiso que aquel potro rico, le quedara a la medida,
Para la yegua su madre, que no había sido vencida
Había una deuda de orgullo, y el amo dijo a su yegua,
Aunque se que es hijo tuyo, no debes de darle tregua,
Si no le ganas te mueres, y si le ganas, me vengas
El potro sintió la sangre, y al poco del partidero,
Dejo ganar a su madre, y se fue a un desfiladero,
Sabría que podrían matarle, pero el se mato primero
Esta es la historia señores, de una yegua y su potrillo
Ellos no entienden rencores, ni quieren del el oro el brillo
Pero si saben de amores, entre una madre y un hijo