En la bruma que mueve a las olas
En el matinal roció en el rutilante sol
Se vislumbra con níveos destellos
Lo purísimo y lo bello es él todo en lo que creo
Es el arte de todo lo que veo
Pues en todo el universo
Quién tan grande como tú
Quién podrá decir al mar inquieto
Enmudece y al momento
Cese toda tempestad
Es el Dios que vemos en las flores
Y en los árboles del bosque en arroyos de cristal
Es el hacedor de maravillas
Es al que mi alma se humilla es el que me hace cantar
Quién es el que a la mar reprende y los vientos le obedecen
Dicen todos a una voz
Es el hacedor de maravillas es el Cristo el Nazareno
Es mi amado Salvador.