Perdido y sin fe sin Dios sin hogar
Buscando un amigo
En quien pudiera yo confiar
Clamando al Señor alcé yo mi voz
Y él que es tan bueno
Inclinó su oído y oyó mi clamor
Y mi corazón lloró lloró de felicidad
Porque en su amor yo pude encontrar
Un mundo lleno de paz
Y mi corazón lloró lloró de felicidad
Y nunca jamás volveré a vivir
En la soledad
No vuelvo a mentir
No quiero volver a odiar
Yo quiero servirle a él
Y a toda la gente amar.