Como a través de las tuberías de las aguas descendió hasta el fondo del pozo,
en la apatía apático me miraba en las aguas frías ... - como él bañado.
Me he aquí que media paisajes más sensuales y su masculinidad.
Sin embargo, la decepción, oh, no puede usted ver, sigue siendo la causa y la
síntoma cardinal de mi enferma, triste realidad.
Plata es igual a enfriar, pero que se adapta muy bien conmigo. Estoy tomando tímidamente
agua ... mientras bebe toda jarras de vino. Le gusta todo tipo de
las mujeres, y yo ... yo sólo ... HATE hombres.
Que brilla por todas las cosas nuevas para él ... - y yo sólo espera ... para todos
cosas en este mundo enfermo ... a fin.
El agua que vierte en su columna vertebral, acariciaba su fuerte físico, oh, por lo que
bien definidos, la calma como una roca que está, oh, he aquí su bello
el cuerpo y el alma una amistad de Dios debe tener a este hombre que construyó un
bien equilibrado en su conjunto.
¿Qué triste que este desconcierto, claridad física, por desgracia, todavía tan
mucho aborrece: un antiguo fantasma despertó y ferozmente surgió en mí: era
que las viejas, salvajes, sin embargo, medio olvidado ideal de perfecta neutralidad.
Plata es igual a enfriar, pero que se adapta muy bien conmigo. Estoy tomando tímidamente
agua ... mientras bebe toda jarras de vino. Le gusta todo tipo de
las mujeres, y yo ... yo sólo ... HATE hombres. Que brilla por todas las cosas nuevas que le
... - Y yo sólo espera ... para todas las cosas en este mundo enfermo ... a fin.
Algo que, naturalmente, la envidia de este hermoso hombre, que nunca supo o
encontrado el odio y la vergüenza que me desnudo. La duda, el manto de
asco y el temor que devora todo, y si yo le dije respecto a éste,
sólo puede agitar su cabeza con la amabilidad de divertir, la risa melodiosa, que
entonces tal vez sólo en mi sonrisa ... oh, tan estúpido y tonterías ...
la bestia que está asolando el interior.