Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón;
qué triste vive mi gente
en las casas de cartón.
Viene bajando el obrero
casi arrastrando los pasos
por el peso del sufrir;
mira que mucho es sufrir,
mira que pesa el sufrir.
Arriba deja a la mujer preñada,
abajo está la ciudad
y se pierde en su maraña.
Hoy es lo mismo que ayer;
es su vida sin mañana.
Ay, cae la lluvia
viene, viene el sufrimiento,
pero si la lluvia pasa,
¿cuando pasa el sufrimiento?
¿Cuándo viene la esperanza?
Niños color de mi tierra
con sus mismas cicatrices,
millonarios de lombrices.
Por eso qué triste viven los niños
en las casas de cartón.
Qué alegres viven los perros,
casa del explotador.
Usted no lo va a creer,
pero hay escuelas de perros
y les dan educación
Pa‘ que no muerdan los diarios.
Pero el patrón
hace años, muchos años
que está mordiendo al obrero.
Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón,
qué lejos pasa la esperanza
En las casa de cartón.
Qué triste se oye la lluvia
en los techos de cartón (bis).