¡Vaya gaucho zonzo!
Contestó la ingrata
y una risotada
le lleno la boca.
No he venido grande
pa‘ mirar La Pampa,
ni vivir en rancho
y usar esta ropa.
Campo pa‘ las bestias.
Rancho pa‘ las chinas
que no tienen sueños,
ni sangre en las venas.
Pa‘ los hombres mansos
que huyen de la vida.
No he venido grande, ¡no!,
pa‘ llenarme e‘ tierra.
¡China desalmada!
Me golpeó en el pecho
con esas palabras
llenas de desprecio.
Y llenao de rabia,
me bastó un momento,
pa‘ llenar sus ojos
pa‘ siempre de sueño.
No tembló mi mano,
ni aura lo lamento,
no me queda el alma,
ni un remordimiento.
Esa yerba mala
que es tuito veneno,
no la llora naide,
no deja recuerdos.
Se que pa‘ las leyes
que los hombres tienen,
que pa‘ la justicia,
soy un asesino,
un paisano maula,
de esos que no quieren
aceptar los golpes
que le da el destino.
Pero pa‘l que sabe
tuito el daño que hace,
esa yerba mala,
que en el campo crece,
se dirá pa‘ dentro,
tuito el que lo sabe,
yerba que envenena, ¡si!,
nada más merece.