En el borde de un camino hay una cruz de madera,
De barato presupuesto.
Flores plásticas adornan
La memoria del que ha muerto.
En la cruz alguien ha puesto un cartón,
Pintao con pena.
Sólo queda un apellio,
Y un mensaje en acuarela,
Que la lluvia ha desteñido.
Me acerqué a ver qué decía,
Y me dio un escalofrío.
Otra voz me repetía,
Pongo a dios como testigo!,
Lo que mis ojos leían:
- "viajero soy y seré.
Caminos hice y haré.
Mi vista en el horizonte.
No sé cuándo llegaré,
Pero si mi cruz ve usted,
Siga la ruta en mi nombre" -
Yo no creo en casualidades,
Siempre hay una explicación.
Pero a veces uno encuentra
Imposibles que se enfrentan,
De tú a tú, con la razón.
Hoy sé que la ruta se extiende,
Desde aquí a la eternidad.
Cada tumba es testimonio
Que se deja en patrimonio
Para toda la humanidad.
Me lo dijo una voz del "más allá".
Viajero soy y seré.
Caminos hago y haré.
Mi vista en el horizonte.
No sé donde acabaré,
Pero si mi cruz ve usted,
Siga la ruta en mi nombre!
Sigo la ruta en tu nombre.