Con el vidrio
Frágil y cristalino de tu alma
Cortas al atrevido pulidor de los espejos
Soy el silencio perpétuo
Que evoca tu mirar
Un grano de arena cayendo
Por tu curvo reloj
Como a un roedor
Escuálido que se retuerce
La corte del bar lo juzga
Bajo una luz de neón
Maldito alcohol que hace
Que el vaso toque tus labios
Sudando y vibrando por
Tu tiempo.. su prisión
Tu tiempo.. tu prisión
Más vino del perdón efimero.