A Lucia Fernanda


Las penas desaparecen,
como flores que florecen,
sólo basta una sonrísa,
no hay misterios,
sólo tú...

Y el aroma de tu piel,
graciosa, dulce y divina,
y entre nubes y algodones siento el calor de un nuevo día.

Siempre a tu pelo enredado,
de agua pura y cristalina.
Cómo se puede querer de ésta manera,
y sentir cada día crecer este amor que me lleva hasta el cielo, volando tú y yo...
Cómo se puede querer de ésta manera,
el guardián de tus sueños,
mi vida tranquila,
soy yo...

Las penas desaparecen,
como flores que florecen,
sólo basta una sonrísa,
no hay misterios,
sólo tú...

Siempre a tu pelo enredado,
de agua pura y cristalina.
Cómo se puede querer de ésta manera,
y sentir cada día crecer este amor que me lleva hasta el cielo, volando tú y yo...
Cómos e puede querer de ésta manera...
el guardián de tus sueños,
tranquila mi vida,
soy yo... .