Carpe Diem... A3bandas... Zigurat... 2006... Sensse...
[Kafes]
La vida me va dejando marcas que mi tez conserva
aprendí a tirar de esta cuerda
jugué y me escapé por banda izquierda.
Caricias fueron escudo en mi piel sensible,
me desnudo, enseño mis rasguños mientras este puño escribe.
Saludo con un abrazo a aquellos que aprecio,
pagué el precio por querer tocar el cielo como un necio.
Quiero sentir su mejilla y su cuerpo pegado al mío, hacer contacto,
hip-hop y Kafes duermen bajo el mismo manto.
Un sentido el tacto, un camino intacto
que pisar para no ser un tío más entre tantos.
Me levanto pensando que el día será estupendo y tengo fe,
hay besos que pueden ser dulces y amargos como un tofé.
No crees que valgo más por perro que por viejo?
Cada vez que dejo huellas veo como se cae mi pelo.
Los reflejos que devuelven los charcos nunca se tocan,
hace falta tacto para llegar a las almas rotas.
[Rayden]
Sigo el rastro, la esencia forma retratos,
los recuerdos se esfuman, otros perduran cual perfume barato,
es el aroma que yo capto sin ropa, personas,
pueden oler a rosas aún llevando harapos.
Siento esta peste como un bálsamo, en contacto con oxígeno,
la fragancia del corazón causa flato,
revivimos ratos, se que hay olores que te llevan desde
un beso hasta un patio hacia ese prado mojado.
Yo, yo rayo por mi nombre y sin que huela a rayos,
hallo aires de grandeza donde otros no ven sus fallos,
donde el fracaso, les hace oler su propio miedo
algo enfría su mente y su nariz sufre, vive el deshielo.
El cielo se vuelve fétido, de vidas, de sentido,
que todo cata prueba aunque quieras o no es su servicio
su fin, hacerme sentir cual trapo
si atajos busco y no encuentro puedes llamarme el olfato
[Phobia]
Abro los ojos y saludo al día desde mi ventana,
me quedo mudo cada vez que subo las persianas, ojeo
injusticiasy caos juntos en cada esquina
pero quién es el guapo que saca la espina a este dolido mundo.
La paz no se huele ni se palpa, se pacta,
ves esta raya, si la pasas, si molestas tomaré cartas.
Observa la letra pequeña, salta las trampas,
si no te ensañas las señas en éste acta serán blancas.
Seré franco: me gusta imaginar y volar a solas,
conocer mi persona, ver más adentro de mi retina,
ella retiene imágenes, donde tuve que reír y llorar
momentos intensos proporcionan ánimo a esta lámina.
Con una mirada te digo más de mil palabras,
los ojos son puertas abiertas al espejo del alma
calma, con la mente en obras soy un frágil cristal,
un día nublao en el que estar con mis puntos de vista
[Lumier]
Como el mal sabor de boca que queda tras la derrota
el rap te puede trasladar más allá de una soledad remota,
tan lejos de todo y de nada que te agota,
es como el último trago de alcohol que deja tu garganta rota.
Un agridulce camino tejido en las calles en que vivimos
que alimenta el hambre de sentirnos vivos.
A veces es mejor no probar bocado
que dar un mal trago en vano del vaso de un falso hermano.
Cansado de tener el paladar
acostumbrado a paladear tu rap sin nada que envidiar,
de prometer tanto manjar, de olvidar lo prometido
y con las sobras intentar rectificar.
Me sabe mal, amigo no parece justo
malgastar saliva en mal hablar, en ladrar como un chucho.
Me da igual si es calidad profesional, todo lo escucho
y tu vas mal si en el rap nacional no hay nada de tu gusto.
[Eseeme]
Cierro los ojos y escucho todo aquello que me rodea,
por un sentido puedo pasar a ser un gallo de pelea,
¿Qué sería de este hombre sin el ruido que ahora suena?
Tan sólo una máscara pero por dentro un alma en pena.
Necesito oír la ciudad respirando, como Mos y Kweli
y oír a los niños gritando de camino al keli,
gemidos de una mujer cabalgando al llanero solitario
que acompaña cuatro en éste vecindario.
Tengo esa capacidad que a muchos ya les gustaría:
veo con los oídos y hago ver cuando suelto saliva.
Escuchar es la tarea más difícil de aprender,
y un sonido puede hacerte ver cosas de ayer.
Puedes amar si escuchas, puedes odiar si gritas,
mi consejo es que atiendas si alguien te necesita.
Las palabras se las lleva el viento, hoy soy un elegido,
porque cada termino retumba en tus oídos