I
Hace mucho tiempo ya que en esta aldea almonteña.
Que en esta aldea almonteña, hace mucho tiempo yá que en esta aldea almonteña te venimos a cantar cuatro voces marismeñas.
Cuatro voces marismeñas y entre llantos y ovaciones, tanto momentos vividos son motivos y razones para estarte agradecidos.
Y aunque Almonte no te pare yo te cantaré Rocío, yo te cantaré Rocío viendote en la lejanía con el corazón “partio”.
II
Llegué a templarme en acero al rojo vivo y a frío.
Al rojo vivo y al frío, llegué a templarme en acero al rojo vivo y al frío para ser tú costalero Madre mía del Rocío.
Madre mía del Rocío y agarrao a tus varales Rocío te fui rezando p’a que quiero catedrales si yo te rezo llorando.
Y aunque Almonte no te pare yo te cantaré Rocío, yo te cantaré Rocío viendote en la lejanía con el corazón “partio”.
III
Por los adentros he sentio que la Virgen viene yá.
Que la Virgen viene yá, por los adentros he sentio que la Virgen viene yá esperando que se acerque para poderle cantar.
Para poderle cantar, que llevo un año esperando p’a vivir este momento, párala p’a que le cante por favor buen almonteño.
Y aunque Almonte no te pare yo te cantaré Rocío, yo te cantaré Rocío viendote en la lejanía con el corazón “partio”.
IV
Siempre te traigo cantares que salen del pecho mío.
Que salen del pecho mío, siempre te traigo cantares que salen del pecho mío porque vivo p’a cantarte Virgencita del Rocío.
Virgencita del Rocío y siempre te cantaré madre de los Almonteños aquí en la calle Moguer que es la calle de mis sueños.
Y aunque Almonte no te pare yo te cantaré Rocío, yo te cantaré Rocío viendote en la lejanía con el corazón “partio”.