Redoble por las Brujas de Calango o la Marcha de los Ciudadanos de la Septima Casa


Los internos se despedían de sus noches
y se aprestaban a salir del tacto silencioso de sus celdas
donde hasta la luz se arrastra, agotando la savia entre sus dedos
en el impulso blanco de algún acertijo celeste.

¿Es necesario que te vayas, mamá?
¿No deberían mas bien cerrar el Nosocomio
y que todos los locos corramos libres por la calle?

Quiero ver de nuevo al Mago de Agua
Quiero conversar con alguien que no sea el Vigilante
Quiero volver a tener sueños, dejar de volar entre barrotes
y dejar de ondear la mirada en ese río de disecadas sombras
entre los páramos secos del olvido. .