Los jovenes de hoy en día


Los jóvenes de hoy en día
ya no tienen ideologías.
Sólo piensan en las drogas
en el sexo y en orgías.

Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
y sólo sexo es lo que ven.

Jorge Maronna:
Se inician en el sexo
a una edad muy temprana.

Carlos López Puccio:
En mis tiempos aguantábamos
hasta las primeras canas.

Y es que hoy por televisión
se ve cualquier porquería.

Jorge Maronna:
En mis tiempos, en cambio,
televisión no había.

Puccio y Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
sólo sexo es lo que ven.

Carlos López Puccio:
Los jóvenes de hoy en día
se comportan como cerdos.
Piensan continuamente en el sexo.

Jorge Maronna:
Yo por más que pienso, ¡no me acuerdo!
Van a la discoteca a bailar hasta caerse.

Carlos López Puccio:
¿Dónde quedó la dignidad?

Jorge Maronna:
Van a la discoteca a consumir alcohol.

Carlos López Puccio:
¿Dónde quedó la decencia?

Jorge Maronna:
Van a la discoteca a conocerse.

Carlos López Puccio:
¿Dónde quedó la moral?

Jorge Maronna:
Y de la discoteca se van a hacer el amor.

Carlos López Puccio:
¿Dónde queda esa discoteca?

Puccio y Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho
sólo sexo es lo que ven.

Jorge Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
creen que pueden hacer todo lo que quieren.

Carlos López Puccio:
Pero no pueden dejar sus deberes,
no pueden vivir en la luna,
no pueden tener a todas las mujeres.

Jorge Maronna:
¡Nosotros también queremos alguna!
No tienen ideología.

Carlos López Puccio:
¡Porque consumen drogas!

Jorge Maronna:
Sólo les importan la moto y el coche.

Carlos López Puccio:
¡Porque consumen drogas!

Jorge Maronna:
Bailan durante todo el día.

Carlos López Puccio:
¡Porque consumen drogas!

Jorge Maronna:
Y hacen el amor toda la noche.

Carlos López Puccio:
Seré curioso, ¿qué droga consumen?

Puccio y Maronna:
Los jóvenes de hoy en día
ya no distinguen el mal del bien;
ya no hay ley, ya no hay derecho:
¡no hay derecho a que la pasen tan bien!.