No sé bien si digo lo que siento
o hago bien en darte lo mejor.
Fracasar en el primer intento,
ya no hay chances para el perdedor.
Tropezar en el primer peldaño,
recobrar el tiempo que perdí,
derrochar en vida tantos años,
disfrutar lo poco que viví.
Desangraba el tiempo en una mesa,
saboreando el vino que bebí.
Sin tener delirios de grandeza,
se ha marchado la mitad de mí.
En tiempos de estío, ansío vivir
y muero de frío
en medio de abril.
Cuando tu alma no puedes entregar
a ese amor que tanto te ha ofrecido,
el dolor se transforma en amigo,
mis heridas dejaron de sangrar.
Y fue mi destino tan crudo que
sin pausa comencé
a perder..