Era alta y morena,
despertaba al animal
era como una condena
el no poderla tocar.
Escuchaba y sonreía
sobre el menú del día
y pedía algo del bar
y después de cada copa
se volvía más hermosa
y difícil de alcanzar.
Con propinas pretenciosas,
comentarios de patán
la sentía con mis ojos
flotar por el restaurant
era sólo otro cliente,
otro pretendiente
otra mesa que limpiar
pedía pan y queso
tan sólo quería un beso
tan difícil de alcanzar
Le escuchaba y sonreía
sobre el menú del día
y pedía algo del bar
y después de cada copa
se volvía más hermosa
y difícil de alcanzar
imposible de olvidar.
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