para mis queridos doctores, alberto galmendi y daldo ochoa
hay quien le dijo señor, quien yo no era capaz de hacer feliz a su hija
no puedo ser doctor
pero se trabajar para darle lo que me pida
ocaso usted no fue joven y se enamoro
ocaso usted no hizo la vida a su gusto
entienda que en el amor solo manda dios
no sea tan cruel dejenos vivir y punto
ocaso para vivir con ella tengo que pedirle permiso
entienda que esta grandecita pra decidir por si misma
oacaso tengo que mostrarle si quiera un carro bonito
quien dijo qu eiva que ser rico para conformar una familia
preguntele a su hija si es feliz conmigo
pregunte a su hija si baila conmigo
pregunte a su hija si goza conmigo
para que ella le diga lo que yo no digo
ocaso usted no fue joven y se enamoro
ocaso usted no hizo la vida a su gusto
dejela necedad
no se ponga a inventar las reglas a su acomodo
se olvida del amor
que nos manda el creador aqui el dinero no es todo
ocaso usted no fue joven y se enamoro
ocaso usted no hizo la vida a su gusto
entienda que en el amor solo manda dios
no sea tan cruel dejenos vivir y punto
ocaso para vivir con ella tengo que pedirle permiso
entienda que esta grandecita pra decidir por si misma
oacaso tengo que mostrarle si quiera un carro bonito
quien dijo que iva que ser rico para conformar una familia
preguntele a su hija si es feliz conmigo
pregunte a su hija si goza conmigo
pregunte a su hija si baila conmigo
para que ella le diga lo que yo no digo
ocaso usted no fue joven y se enamoro
ocaso usted no hizo la vida a su gusto
entienda que en el amor solo manda dios
no sea tan cruel dejenos vivir y punto