La carta


Corazón en víspera de lo que tú quieras,
celos arraigados a mis carreteras,
miedo del acorde de lo prioritario,
tímpanos ausentes, boca de castigo y amor de calvario.
Duelo de titanes sin somier ni almohada,
el toque de queda de mis madrugadas,
toda mi cabeza, menos la que piensa,
es dueña y señora de la incontrolable que se pone tiesa.
Marquesa de Sade, pintando un futuro
de amor de entretelas, comiendo pan duro.
Toda compañía en presente y futuro,
vieja y arrugada, mirando Granada desde el Albaicín.
Todo lo que quiero lo lleva esta carta,
que mi amor demanda y está por venir.
Corazón en víspera de lo que tú quieras,
quítame dos tonos, dame primavera.