El poema que leo
que escribe otra mano
insegura de amor en el aire,
mientras tanto.
El poema no es más
que una llamarada
una sala de esperas
que arde en silencio.
El poema sólo precisa unos ojos
y el hastío,
el quieto cansancio de todo
y de todos.
Mañana mi amor
caerá como una tromba.
Te veré después de amarte,
mojada mi frente.
Mañana mi amor
caerá como una tromba.
Te veré después de amarte,
mojada mi frente.
Yo y tu mirada descendiendo,
de nuevo oiré las palabras
y el sueño, los sueños.
El poema sólo precisa unos ojos
y el hastío,
el quieto cansancio de todo
y de todos.
Mañana mi amor
caerá como una tromba.
Te veré después de amarte,
mojada mi frente.
Mañana mi amor
caerá como una tromba.
Te veré después de amarte,
mojada mi frente..