Señor juez no pido clemencia
le pido que escuche y me juzgue después
muchacha muy pobre muy joven muy linda
la traje a mi lado y de todo le di
mi trabajo honrado
mi frente muy limpia
y todos me decían que era muy feliz
después vino un niño tan lindo como ella
colmo de alegría y de dicha mi hogar
pasaron los meses y vinieron los años
nunca el dolor vino en mi puerta a golpear
pero señor juez la dicha nunca es larga
primero la nube que anuncia tempestad
luego la tormenta que arrastra la desgracia
fue por mi vecina que supe la verdad
dijo que un malvado me robaba mi cariño
no quise creerla lloré mi maldición
lloraba pa dentro tragando mi desgracia
lloraba mi pena perdí hasta la razón
lo que mas me apena ausia
es lo que ella me dijo
que yo no era el padre el padre de mi hijo
como lo quería con que amor trabajaba
y a espaldas mías me hacían traición
que quería que hiciera
que los perdonara
si solo se paga con una prisión
si ella aun viviera aun la mataría
y le arrancaría a pedazos el corazón
me puede juzgar.