Llegaste a mi cuerpo abierto
y yo todo me entregué,
por más que reí, lloré
porque romper es comienzo,
comenzar es desacierto,
pisar en parajes blandos
y aunque me hunda hasta el fango
caminaré largo trecho.
Tal vez sean ilusiones
pues si algo llega a pasar
yo no me voy a callar,
ni tú me harás concesiones,
amor que encierra perdones
mal tiene que terminar.
Cuando la esperanza ajena
se clava en tu porvenir,
me empeño en verte reir
para conocerte plena,
me empeño y encuentro buena
tu alma y llego a pensar
que amor y belleza van
contra las malas ideas.
Si algún día terminara
este sueño que he vivido,
te estoy muy agradecido,
nunca pensé que así amara:
vale más, poco con ganas
que mucho, sin ser querido..