Un vals desafinado


Girando entre las notas rojas,
de un vals desafinado,
borrachos en la eternidad.
Pusimos tantas ganas
bailando en el lugar
donde lo bueno nunca tiene fin.
La banda no dejaba de tocar,
y todo parecía tan facíl.
Tropezábamos y un beso
arrastraba una sonrisa,
y todo parecia tan fácil.
Un día la música dejó de sonar...
Esta noche negra
es aún más negra,
porque tu mirada
ya no me hace estremecer.
Luna indiferente,
gritos de silencio,
que cabrón destino,
que cuando estamos juntos
vivo sin tí.
Las tenues luces del local
bailaban como estrellas locas
en el firmamento de tus ojos.
Tu muslo entre mis piernas
marcaba el compás acelerado
de nuestra canción.
La banda no dejaba de tocar,
y todo parecía tan fácil....