Vuelves a gozar en mi agonía
y disfrutas las cosas que sola no puedes resolver,
cuando no tensa, ése, quien roba tu saliva
vendrás corriendo, pero yo ya soy un cuerpo que mudé
y tu brutal simpatía me destría
y en las horas que te veía era solo por dormir..
Todo lo que se caía
eran cáscaras del roto corazón,
mi sangre era tu vida
y tu juego alérgico mi cicatriz...
por eso no! ya no vuelvas más por mi...
En tus ojos el jardín crecía
y yo que siempre anduve en nubes
en el aire lo pisé..
aturdida de lujos y gajos de oficina
brotan tus mieles por las noches
arrebatando mi sed.
lo que no podrá darte siempre me pedías
y así, cubierta de cenizas, te acostumbrabas a herir.