Por una vereda viene
cabalgando José Antonio,
se viene desde el barranco
a ver la flor de Amancaes.
En un bere bere criollo
va a lo largo del camino
con hipijapa pañuelo
y poncho blanco de lino.
Mientras corre la mañana
su recuerdo juguetea
y con alegre retozo
el caballo pajarea.
Fina garúa de junio
le besa las dos mejillas
y cuatro cascos cantando
van camino de Amancaes.
Qué hermoso que es mi chalán
cuán elegante y garboso
sujeta la fina rienda de seda
que es blanca y roja.
Que dulce gobierna el freno
con sólo cintas de seda
al andar un quiebro gracioso
al criolla bere bere.
Tu mi tierra que eres blanda
le diste extraño andar
enseñándole el amblar
de paso ya no gateado.
Siente como le quitaste
durezas del bere bere
que allá en su tierra de origen
arenas le hacían daño.
Fina cadencia en el anca
brillante seda en las crines
el nervio tierno y alerta
para el deseo del amo.
Ya no levanta las manos
para luchar con la arena
quedó plasmado en el tiempo
su andar de paso peruano.
José Antonio, José Antonio
por qué me dejaste aquí
cuando te vuelva a encontrar
que sea junio y garúe.
Me acurrucaré a tu espalda
bajo tu poncho de lino
y en las cintas del sombrero
quiero ver los Amancaes.
Cuando a la grupa me lleves
desde tu sueño logrado
de tu caballo de paso
que recojas para ti.
Cuando a la grupa me lleves
desde tu sueño logrado
de tu caballo de paso
aquel del paso peruano. .