Corriendo calle abajo sin tener ni aliento
los chicos de la porra, se han apuntao al cuento
cascos, porras, botes de humo,
galones que no ven tres en un burro
sangre fría en el asfalto, botas rotas en un charco
botas rotas en un charco.
Somos ratas condenás, a vivir siempre a patás
somos ratas de ciudad, no nos dejan respirar.
Corriendo calle arriba, una piedra en la mano
los monos en la esquina, el ambiente está cargado
un callejón vacio, una sombra acechando
una voz que te dice, ¡Colega ten cuidado!
se te nubla la vista, despiertas encerrado
maldiciendo la vida, la suerte que te ha dado
maldiciendo la vida, la suerte que te ha dado.
Somos ratas condenás, a vivir siempre a patás
somos ratas de ciudad, no nos dejan respirar..