Una y otra vuelta
en un nudo demencial
mientras los trozos caen sin cesar
a mi alrededor
ya no importa lo que antes sucedió,
si no como me siento ahora que
llegó el final
y no habrá
nada ni nadie
sin palabras ni silencios
que me saquen del error
de tal vez no gritar y escuchar sin pelear
de aguantar sin pensar
de quererte dominar.
Evitando el dolor,
del que vuelve sin voltear
la mirada una vez,
de que veas el terror
de una noche sin final en un triste muladar
esperando que vuelvas
sentado en el colchón
las paredes se tiñen
de verde con mi dolor,
los gallos no respetan el tic tac de mi reloj,
un cigarro trás otro...