Ojitos negros, encantadores,
Quien los tuviera al lado de mí
Me puede mucho, bien de mi vida,
Vivir ausente, lejos de ti
Si tú te vas, yo también me voy
Dios nos conceda irnos los dos
Iras conmigo a tierras extrañas
Dile a tus padres adiós, adiós
Desde la noche, en que platicamos
No hemos tenido ningún desdén
Se te acabaron, esos trabajos,
Y sufrimientos a mi también
Ya cuando estemos en otras tierras
De tu pueblito has de recordar
Y ya casados, regresaremos
Para formar un humilde hogar.