Hoy corté una flor
(y llovía, llovía),
y pasó lo peor
(y es que estaba muy fría).
La vecina de enfrente
un paraguas llevaba
y con ella me fui
porque yo me mojaba.
Yo me puse a pensar
con mi poco talento
cómo se equivocaba
tanto el hombre del tiempo,
cómo jugaba el viento
con su pelo y su enagua,
y qué suerte, que suerte,
se nos vuelve el paraguas.
Se cayó de un balcón
un puñado de cosas
y le dio en toa la frente
una maceta de rosas.
Porque yo corté la flor
(y llovía, llovía),
y un guantazo me dio
(y vi estrellas de día).
Si le pegan de canto
yo me muero de risa.
Ay, qué cosas dijeron
su mirada y la mía.
Y nos fuimos charlando
por las calles vacías,
remojando los pieses
en los charcos que había,
remojando los pieses
en los charcos que había,
y yo le fui cantando
tantas cosas moninas
que se fue ya olvidando
del chichón mi vecina.
Cómo soplaba el viento
le cayó un cacho techo,
y qué mala su suerte
que le dio en el pescuezo.
Ya se ha muerto mi amor,
ya la tengo en la fosa,
y le he puesto delante
la maceta de rosas.
(Y nos fuimos charlando
por las calles vacías.)
Ya se ha muerto mi amor,
ya la tengo en la fosa,
y le he puesto delante
un montón de alcachofas.
(Y nos fuimos charlando
por las calles vacías.).